domingo, 17 de julio de 2011

Caburé




No sé por qué tuvimos que tener diferencias, vos aprender de mi qué está bien y cuando
sentarte, si en realidad, los dos aprendimos a conocernos y nunca te permitiste faltarme el respeto.

Hoy no te tengo, la correa se ha soltado, quién será hoy tu nuevo amigo, qué mundo nuevo estás explorando?


Nunca habrá otro cómo vos, nunca habrá otra situación igual, con la misma mirada entre dos seres vivos que se quieren y se entienden y no precisan ser semejantes para compartir la vida.

Adiós peludo amigo, lamento que tu físico te haga usar tus cuatro patas, para mí, siempre estuviste parado y con la frente alta, esperando mi llegada, sintiendo la caricia.

Compartir el jardín de nuevo, sin importar qué está bien y que no. Sólo miradas, una sonrisa y una lengua afuera.

jueves, 17 de junio de 2010

Falta y resto de días

Hoy es el día del resto de mis días, por ende, del resto de mi vida, me encanta verlo así. Como bien dijo Don Cerati (mejorate!!!) "siempre es hoy”. Por lógica básica podemos transportar la idea y continuar diciendo, “si siempre es hoy” y si “hoy es el resto de mis días” o en definitiva, “del resto de mi vida” podemos afirmar lo siguiente: “siempre es el día del resto de mi vida”, con lo cual lo único que nos terminaría el concepto descubierto, es la muerte, ya que un día, morimos y ese día, ya no es el resto de los días, es EL día.

Entonces, si el último de nuestros días no puede ser el resto de nuestro días, podemos decir que “nunca es el día del resto de nuestros días” con lo cual amigos míos, si es que lo son (si te tengo en Facebook, somos amigos) hemos podido determinar mediante lógica (bastante) básica el mecanismo de la vida eterna. Tan simple como seguir viviendo el resto de nuestros días. Hasta que nunca llegue el día que no tiene resto.

sábado, 6 de marzo de 2010

A mí.

Nada, sólo un intenso magnetismo que nos une, a vos y a mí, sin conocernos, sin saber de nuestras vidas, de vez en cuando nos encontramos y disfrutamos y siempre terminamos soñando volver a vernos.

Amo tocarte, se que te gusta, amo mirarte, es mi manera de conocerte y se y sabemos que amas que te toque y que te mire y que te piense y que te extrañe, porque sin mí no tenés vida y sin vos no tengo sentido.

¿Quién y cuándo dicen que nos juntemos? ¿Quién prepara esto? Al final tenemos razón, si, vos y yo. Escribir no es forzar, pero tampoco es dejar.

Escribir es crecer, es tocar, mirar y amar. Por que cuando te toco escribo y cuando me dejas tocar, estás conmigo.

Esto se lo dedico a mi compu, a mi mano, a mi lapicera, a mi papel y a mí.

martes, 22 de abril de 2008

Flor de chanchada

El paro del campo, que tema. ¿Alguna vez se lo ocurrió que en Argentina no podría comer un rico chancho asado por culpa del paro del campo? Si, a todos nos pasó lo mismo. ¿Dejó pasar gratos momentos? En vez de festejar su cumpleaños con una rica punta de pierna, una entraña, o unas costillas ¿tuvieron que comer unas milanesas de soja?


No se enoje, al final la vida no es para enojarse. No piense más, antes que nada, feliz cumpleaños, ahora si, le tengo la solución.


Trozamos un publicitario para usted, 65 Kg. de pura creatividad, carne especial en tiempos difíciles. Tenemos todos los cortes, menos los de las rutas.

  • Medios cortes
  • Vacio (de cerebro)
  • Cortes de un cuarto, media y pagina completa, ¡a todo color!
  • Súper cortes
  • “brain storming”


Alimentamos a este publicitario con lo peor de nuestra TV, así no genera ninguna idea original, lo mantenemos sentado frente a la computadora, hacemos que no haga ejercicio. Sabe muy poco de comunicación, de medios, de cuentas, pero no se preocupe, ¡Sabe rico!


No deje pasar esta oportunidad, encargue ya a su publicitario. ¡Hay pocos publicitarios mamones!




(diseño Mariana) (te quiero titi) :)


domingo, 23 de septiembre de 2007

Buenas noches

Ah! Por fin en mi cama. No se por que salí. Al final gasté dinero, me cagué de frío y lo más importante, no la pasé bien, (o por lo menos, no del todo bien.) Pero bueno, ya estoy acostado, abrigado, deseando dormir mucho, disfrutando con tranquilidad. Al parecer todo es un mundo perfecto, pero en ese instante de equilibro, el olvido irrumpe, nos comete el peor de sus chistes, nos hace dudar. Maldita la duda, maldita sea, la odio, no me deja vivir tranquilo. Quizás, y esto lo planteo por primera vez acá, la duda es lo peor que le puede ocurrir a un hombre y a casi todas las mujeres (el chistazo). La conciencia atormenta, pero no es difícil callarla, o ¿será qué uno se acostumbra? Pero, ¿qué podemos hacer con la duda?, obviamente estamos hablando de una duda que no es posible aclarar de manera simple, estamos hablando de la duda en los exámenes, en la vida y más particularmente en este caso, la peor duda que te puede surgir, ¿cerré la puerta de mi casa?

Empezamos a reflexionar, no hay nada claro, todo es borroso, no sabemos nada, el tiempo, tirano, nos hace caer en las tinieblas de la incertidumbre, no estamos tranquilos, empezamos a estar completamente inseguros ¡¿y todo por qué?! Por no recordar si cerré la puerta de mí casa. ¿Será posible?

Pensemos, he salido muchísimas veces y nunca me he olvidado de cerrar, por lo menos las estadísticas están de nuestro lado, lo cual no quiere decir que alguna vez exista un primer error, un primer olvido. Maldición, no sirve la reflexión.

¿Por qué no tomé más? Estaría en estado de ebriedad interesante, dónde, primero no estaría pensando en esto y segundo, ya estaría claramente dormido, soñando con algo que al otro día no recordaré. ¡Qué problema!, ahora no sólo me preocupo por la puerta “supuestamente” abierta, sino por los días en los cuales tomaré y llegaré a mi casa hecho una especie de eslabón perdido (y eslabón de lujo) y no cerraré la puerta.

¡Maldita reflexión, te odio menos que a la duda, pero más que la conciencia!

Primero tratemos de probar que la puerta está como debe, cerrada. ¿Pero cómo? Ganas de levantarme, me faltan, pero no puedo dormir así. ¿Qué hacer? La respuesta es obvia, existe el momento en la vida de una persona, donde se debe convertir en ese héroe anónimo, donde sabe que va a perder de cualquier manera, si, de cualquier manera, siempre de la peor manera, donde no va a existir más que el mero premio de matar al enemigo: la duda.

Junto orgullo y más que nada calor, me preparo psicológicamente, medito los pasos a seguir, pienso un plan de acción y me lanzo cual samurai fuera de mi cama.

El frío piso borra todo los planes y estrategias, estamos mas en bolas que nunca, (y no sólo literalmente lo digo) simplifica todo en una simple palabra, una palabra antigua, que ha sido la salvación de mundos y civilizaciones… “corré”. Corro, bajo las escaleras más frías del mundo, prendo la luz, ojeo la posibilidad del encontronazo con la cucaracha glotona, esa que está hasta la madrugada buscando restos de comida, busco las llaves, abro la primer puerta, salgo al patio, el frío entumece mis piernas, trato de no pensar en nada y miro el objetivo, la puerta de calle.

La siento cerca, ya no queda mucho, vislumbro que al parecer esta cerrada, pero ya estando cerca debo mirar la cerradura. Me acerco, inclino la cabeza y lo veo. El pasador esta en la posición correcta, la estadística sigue invicta, hemos hecho un excelente trabajo, ahora queda volver a la cama lo mas rápido que podamos.

En mi refugio veo las bajas de tan terrible batalla, perdí una pantufla en la escalera, la otra nunca la encontré. Pero la satisfacción de haber despejado la duda, nos hace libres de la culpa. ¿qué? ¿La culpa? Me cago en la concha de la lora, todo este tiempo pensé que la duda era la que me había hecho pasar un mal rato, y ahora medio enfermo y muerto por hipotermia, me entero que la culpa me hizo salir de mi cama a las 6 de la mañana, un 5 de julio, con una temperatura no superior a los 0 grados, semidesnudo y lo peor de todo es que me hizo insultar a la pobre duda.

Perdón duda, no fue mi culpa, o en todo caso si, pero te prometo no dudar más de vos.

Buenas noches y hasta mañana.

miércoles, 29 de agosto de 2007

Muerto miraré el lado correcto

Duermo en dos posiciones diferentes, mirando al techo, o boca abajo, mirando a los costados.

La primera me resulta totalmente incomoda, no la uso muy a menudo, no me puedo quedar tranquilamente dormido. Tengo una extraña sensación de estar por morirme o directamente estar en un ataúd, esperando que me pongan una tapa y la sellen con clavos cromados (si no son cromados no, eh?) En esos casos, espero que la tapa que me coloquen, tenga un afiche bien bonito, un póster o algo, no vaya a ser que de repente en medio de la noche, me levante y no pueda ver nada, cosa que va a pasar, por que no voy a tener luz, ah, entonces ahora sé por que no se les pegan afiches a los ataúdes, que capos, la verdad que uno piensa, y no deberíamos hacerlo, por que ya esta todo hecho, masticado para que cuando quieras pensar, no tengas que hacerlo. Que capos.

De la otra manera, durmiendo de espalda al techo, me suceden dos cosas asombrosas, dependiendo del lado que mire, estoy sentenciando mi futuro sueño o pesadilla. Si miro a la pared, o sea a la derecha, siempre tengo sueños muy fantasiosos, me ocurren cosas que son hermosas, pero no siempre me pasa esto, hay un cierto nivel de porcentaje (que aun el indec no ha podido evaluar) de pesadillas, y esto es todo un problema, por que por lo general no la paso nada bien, no las entiendo, mezclo cosas reales con ficticias, me levanto exaltado y todo lo demás que nos pasa cuando tenemos una pesadilla.

Si miro al lado izquierdo, a la “nada”, (por que la pared está muy lejos) no sueño. Simplemente me duermo y me levanto mirando la misma cosa, de hecho casi no me muevo, las sabanas y las colchas están en los mismos lugares y sólo siento que he la vida me ha robado otra noche, por que tengo más sueño que antes y me tengo que ir a trabajar.

Así es, dependiendo el lado opte, será lo que pasará esa noche. O elijo simplemente dormir, o me la juego por un sueño/pesadilla.

No siempre es fácil la elección. Pero arriesgada o no siempre trato de dormir mirando el lado de los sueños, la pasaré peor, pero por lo menos la paso y puede que la pase muy bien. No me gusta dormir solamente, quiero que mis recuerdos de sueños valgan la pena, no quiero dejar en los sueños mala imagen, no quiero ser uno más, quiero que me recuerden por mis sueños, así como existe gente que es recordada por lo que hace despierta, yo quiero que me recuerden por lo que hago dormido. Algún día ir caminando por la calle, llegar a una plaza y que en el medio exista una glorieta o quién dice, hasta un monumento a mis sueños, una especie de pantalla sería, donde la gente pueda ver lo que veo dormido, siempre y cuando, yo mire al lado correcto.

Y aun que no me crean, esto lo soñé, sabía que es lo que debía escribir, en mis sueños estaba mejor escrito, mucha gente lo leía y a muchos hasta les gustaba, ahora sólo hago el esfuerzo de que se entienda de la mejor manera, creo que la idea se entiende, de a poco mejoraré la escritura, para eso debo leer más, es un círculo eterno. Pero debo mirar siempre al lado correcto.

sábado, 18 de agosto de 2007

Allá él

Nueva entrada, iuju! Quiero proponerme escribir mucho, pero como ya dije con anterioridad, mejor hago y después digo.

Un día caminaba conmigo, veníamos pensando muchas cosas, hablábamos.

Cabe aclarar que hay días que uno no viene consigo y hasta hay días que uno trata de escapar de si mismo, de maneras realmente violentas. Pero este día no era el caso, y por suerte, hace mucho que no se da el caso de que no quiera estar conmigo.

La cuestión es que pensábamos en varias cosas, pero lo sorprendente es que somos tan amigos, que nos podemos contar infinidad de intimidades, pero así y todo, lo magnifico es que nos contamos chistes, nos sorprendemos a nosotros mismos y nos reímos solos, y yo me imagino que esta persona que conozco mucho pero nunca he visto, está caminando en un mundo de personas como él, que lo deben mirar y deben pensar: ¿qué loco está éste tipo, de qué se estará riendo? Por que a mi me pasa que la gente me mira, los miro, nos miramos entre todos, y no pasa nada, pero se que piensan eso o sólo quieren que les cuente el chiste a ellos también. ¿Le pasará eso a esta persona?

Hablamos de muchas cosas, nos contamos los problemas y nos proyectamos el futuro, ¡hay días que salimos con cada idea!, una vez uno de los dos y no recuerdo bien cual de los dos, se imagino lo siguiente, ¿qué pasaría si uno de los dos muriera antes que el otro?, lo pensamos y decidimos que era lo peor que nos podía pasar, no nos imaginamos la vida sin el otro, seriamos como unos chuecos de la vida, iríamos por las calles desequilibrados, medios amorfos, y seguramente seriamos mas tristes.

Fue un tema que estaba latente en cada reflexión, los dos sabíamos que queríamos hablar de eso, pero ninguno se animaba a hablar mucho del tema, siempre salía una conversación mas superficial, “que buen partido el del otro día”, “que bien comimos en lo de la abuela” o la más común, “si, realmente es hermosa”.

Así vivimos un tiempo, fue duro, en la cabeza de los dos, (que es una, pero para dos) se nos cruzó decidir la separación total, definitiva e indeclinable de esta relación, que sólo iba a traer problemas futuros. Pero nunca pudimos hacerlo, sabemos que estamos hechos el uno por el otro, no sabemos quien inventó a quien, pero entre los dos nos damos las gracias de nuestra hermosa creatividad.

Viendo que el problema, que un día habíamos planteado así como así, no tenía una solución muy buena, decidimos hacer lo siguiente, propusimos empezar a conocer otras gentes, relacionarnos más, abrir un poco la relación, admitimos que no fue nada fácil, pero ahora tenemos muchos amigos y pocas amigas (y eso no sabemos por que), pero sabemos que el problema de que cuando uno de los dos deje a uno, no va a ser tan difícil, por suerte estamos haciendo muchos amigos, de hecho él, ahora mismo, se va a jugar a las cartas, cosa que nunca me ha gustado, pero se divierte, la pasa muy bien y en ciertas ocasiones trae dinero, allá él.